Applied Laser Systems

Desde hace décadas, en medicina y en muchas especialidades sanitarias se ha venido usando la tecnología láser para multitud de patologías o tratamientos como por ejemplo, la cirugía ocular, cirugía prostática, cauterización en intervenciones quirúrgicas, tratamiento de onicomicosis en podología y un largo etcétera de funciones dónde podemos encontrar la tecnología láser.
Sin embargo, aún con los avances y la demostrada utilidad que ha habido a lo largo de éstos años en la tecnología láser, en fisioterapia, aún pueden persistir algunas dudas respecto a ella, pese a los diversos estudios que avalan la efectividad de la terapia láser para multitud de patologías, algunas de ellas reactivas al tratamiento mediante otras técnicas de fisioterapia.
Los primeros equipos láser que se usaban en fisioterapia conseguían unos resultados menores a los esperados. Esto se debía, entre otros factores, a la escasa potencia que presentaban dichos equipos, la cual era inferior a 1 vatio. Actualmente, tenemos los denominados Láser de Alta Potencia o de Categoría IV, superiores a 5 vatios, los cuales se presentan como una tecnología altamente efectiva respecto su predecesora. Además podemos encontrar una extensa bibliografía actualizada que corrobora su actual validez y efectividad.
Las principales diferencias que apuntan a la mayor efectividad de los equipos actuales frente a los anteriores son:
Clase III
Energía más baja. Los CLASE III tienen una potencia máxima de 500mW. Esto significa que durante un lapso temporal, muy poca energía se transmite al tejido lesionado, muy poca energía se transmite al tejido lesionado, siendo pero cuanto más profundo.
Tratamientos muy prolongados. Requieren tiempos de tratamiento más largos para ofrecer dosis terapéuticas comparables. Cuanto menor es la potencia del láser, más largo es el tiempo de tratamiento, dada una dosis equivalente.
Tratamientos en áreas limitadas. Tratan puntos pequeños en el cuerpo, por lo general, directamente sobre la zona del dolor. Dado que estos láseres son menos poderosos, deben permanecer en el mismo lugar para entregar una dosis adecuada.
Tratamientos solamente superficiales. Debido a las limitaciones de potencia y los tiempos de tratamiento más prolongados, son clinicamente más eficaces para el tratamiento de condiciones musculoesqueléticas superficiales.
Clase IV
Energía más alta. Funcionan a una potencia superior a 500mW. Son capaces de proporcionar más energía terapéutica en una determinada cantidad de tiempo a los tejidos lesionados en áreas profundas dentro del cuerpo.
Tratamientos muy rápidos. Es más potente y, por tanto, capaz de facilitar tratamientos más rápidos. Un láser de 15W puede entregar una dosis comparable 30 veces más rápido que n láser de 500mW.
Tratamientos en áreas extensas. Tratan áreas más grandes a través de múltiples regiones, abordando la zona de dolor y sus áreas próximas. Más potencia significa una dosis más rápida, lo cual deja más tiempo para una cobertura más amplia y uniforme.
Tratamientos superficiales y profundos. Se pueden tratar enfermedades musculoesqueléticas superficiales y profundas. Dado que los láseres son más potentes, pueden ofrecer una dosis más alta y rápida en una área más grande, lo que es ideal para el tratamiento de tejidos más profundos.
Por otra parte, los beneficios que se consigue con los equipos láser de categoría IV son:
a) Efecto antiinflamatorio: Como consecuencia de la influencia del láser en las prostaglandinas, se modifica la presión hidrostática intracapilar, y por tanto, mejora la reabsorción de líquidos. Además actúa también sobre la circulación local aumentando el aporte de nutrientes y oxigenación, aumentando el número de leucocitos y diversos elementos defensivos y modificando la presión hidrostática intracapilar.
b) Efecto analgésico: A nivel local, reduce la inflamación y elimina sustancias algógenas, dificulta la transmisión eléctrica del dolor modificando el mensaje eléctrico de los nervios sensitivos, eleva el umbral de dolor a nivel de las terminaciones nerviosas libres, actúa sobre el “filtro del dolor” bloqueando la transmisión dolorosa estimulando las fibras Aβ del hasta posterior de la médula (Gate control) y a nivel del tálamo estimula la formación de encefalinas y β-endorfinas bloqueando la percepción del dolor.
También podemos usar la tecnología láser actuando en puntos reflexógenos como puntos gatillo o puntos de acupuntura.
c) Efecto trófico: Aumenta el número de fibroblastos, regenera vasos sanguíneos, aumenta la velocidad de crecimiento de los nervios en caso de axonotmesis, entre otras e incrementa la velocidad de reepitelización.
La terapia de láser está clasificada como actinoterapia que provoca la bioestimulación dentro de la mitocondria de cada célula. Esta fotoestimulación favorece un mayor metabolismo celular, vasodilatación y crecimiento neo-capilar en el tercio externo de la corona circular. Aunque el láser de alta potencia es caliente, los resultados son fotoquímicos y no térmicos. La bioestimulación se traduce en una reducción de la inflamación y un mayor drenaje linfático
Es por todos éstos motivos que actualmente muchos fisioterapeutas están apostando por la terapia láser como nuevo método para mitigar el dolor en sus pacientes, y como un excelente complemento a las terapias convencionales y/o a la terapia manual. Como conclusión, destacamos la capacidad a la hora de tratar y paliar muchas patologías de etiología diversa, la cual está contrastada y presenta unos beneficios respecto a otras técnicas actuales asentadas en los tratamientos que se ofrecen en fisioterapia y de efectividad también comprobada.
Formaciones destacadas
Estas son las formaciones más solicitadas
Todo lo que necesitas saber sobre tus pacientes
La Escuela de Suelo Pélvico de Fisiofocus te permite conocer este área de alta demanda y necesidad de especialización. Esta escuela te ofrecerá:
Leer más
