Slide 1

BENEFICIOS DE LA FISIOTERAPIA ACUÁTICA EN EL PACIENTE

BENEFICIOS DE LA FISIOTERAPIA ACUÁTICA EN EL PACIENTE

Newsletter

Concursos, sorteos, ofertas y novedades

Subscríbete a nuestra Newsletter y sé el primero en recibir esta información y recibe un póster sobre el intrusismo en la fisioterapia.

Fecha: 22/04/2015

El agua es uno de los medios más recomendados en la recuperación y tratamiento de un gran número de lesiones y patologías musculoesqueléticas, convirtiéndose en una opción en auge.

En los últimos años la fisioterapia ha sabido encontrar en este medio un gran aliado, y cada vez son más los fisioterapeutas que apuestan por ampliar su formación en terapias de este tipo como complemento a los tratamientos de fisioterapia tradicional. Algo que no resulta extraño si  tenemos en cuenta que la propia naturaleza del agua hace de él un soporte ideal para afrontar cuadros agudos o crónicos derivados de enfermedades reumatológicas, ortopédicas, traumatológicas o neuronales.

Trabajar en la piscina con el paciente permite que se reduzca el peso de su cuerpo, facilitando su movilidad y, con ello, la posibilidad de realizar ejercicios que no podrían hacerse en una camilla. Pero las ventajas no sólo hacen referencia al plano físico. El efecto psicológico de la terapia sobre un paciente que consigue realizar movimientos que más allá de este medio le son inconcebibles, repercute notablemente en su estado de ánimo, algo esencial para alcanzar una recuperación más rápida y efectiva.

Además, las características físicas del agua hacen posible que el impacto traumático desaparezca y que la columna se posicione de manera relajada. Todo esto conlleva que se puedan afrontar programas más completos y seguros en sujetos de todas las edades.

Algunas de las técnicas específicas aplicadas a este medio, como la hidrocinesiterapia, o las terapias Watsu o Halliwick, provienen de una unificación positiva entre los beneficios de los fundamentos del Shiatsu o la cinesiterapia, con las comentadas propiedades de este elemento. El paciente verá como a través de movimientos ondulatorios, ejercicios suaves o mediante un programa de reaprendizaje motor, junto con una determinada temperatura del agua, mejorará su independencia y calidad de vida. Decantarse por una u otra opción dependerá de las características individuales de cada caso.

Los beneficios de iniciar una rehabilitación en el agua son muchos; produce mejoras en la movilidad articular, aumenta la fuerza, la resistencia, la elasticidad o el tono muscular de los pacientes. Pero además alivia el dolor, relaja los músculos y mejora la confianza del paciente, que perderá el miedo a la caída o a los movimientos bruscos y se centrará en exclusiva en el ejercicio, aumentando así el rendimiento de cada sesión.

Sin embargo, las ventajas de las terapias en este medio a veces colisionan con las restricciones del acceso al mismo para los profesionales de la fisioterapia, que pueden encontrar ciertas limitaciones en las condiciones de temperatura del agua o en el grado de accesibilidad de algunas instalaciones a la hora de trabajar con personas de movilidad reducida.

A pesar de esto, las bondades de estas terapias han ido consiguiendo que día a día su presencia en el trabajo del fisioterapeuta sea más destacada y demandada; una posición que evidencia la proyección profesional que tendrá en el futuro este campo de la fisioterapia.

Si te ha gustado o te ha resultado útil este artículo, ayúdanos compartiéndolo en redes sociales.

Formaciones destacadas

Estas son las formaciones más solicitadas

Todo lo que necesitas saber sobre tus pacientes

La Escuela de Suelo Pélvico de Fisiofocus te permite conocer este área de alta demanda y necesidad de especialización. Esta escuela te ofrecerá:

Leer más

Imagen relacionada con Todo lo que necesitas saber sobre tus pacientes

Formaciones Acreditadas