EL LEGADO DEL TABAQUISMO EN EL FUTURO BEBÉ - 3/12/2014 - Sin categoría
El tabaquismo es una de las principales causas de enfermedad, discapacidad y muerte en el mundo. Cada día surgen nuevas voces que se alzan para despertar conciencias sobre las consecuencias directas e indirectas de esta costumbre.
El consumo de tabaco se relaciona con diversos tipos de cánceres, con patologías pulmonares y cardiovasculares, con periodontitis y gingivitis, predispone a la arteriosclerosis, a la aparición de úlceras estomacales, guarda relación con el alzhéimer y produce dolores musculares, entre otras cosas.
La fisioterapia no es ajena a la realidad del tabaquismo. Cada día es más frecuente recurrir a tratamientos de fisioterapia respiratoria para combatir los efectos de enfermedades crónicas producidas por el humo del tabaco, o acudir a ellos para dejar de fumar. Los buenos resultados de prácticas ventilatorias y ejercicio físico controlado por parte del fisioterapeuta en pacientes que sufren comúnmente episodios de ahogo dan fe de ello.
En los últimos tiempos la investigación ha ampliado su perspectiva, centrándose no sólo en el sujeto que fuma, sino también en el conocido fumador pasivo. A este respecto, han ido surgiendo estudios que certifican los efectos nocivos que también produce el humo de “segunda mano”.
Según los expertos, no existe una cantidad no nociva de humo respirado, es decir, cualquier cantidad, por mínima que sea, genera efectos negativos en la salud. Es por ello fundamental aislar a grupos de especial riesgo, como los niños y las mujeres embarazadas.
La exposición del feto a las sustancias tóxicas del humo durante el periodo de embarazo no es asunto baladí. Los bebés de madres fumadoras que mantienen su hábito durante la gestación, o aquellas que se exponen al humo, nacen con menos peso, sufren infecciones respiratorias, pueden sufrir problemas de conducta o nacen con síndrome de abstinencia y estrés. Además, el consumo pasivo o activo aumenta el riesgo de aborto espontáneo, de padecer muerte súbita, y hasta de un parto prematuro.
Recientemente, la investigación sobre la influencia del tabaco en el bebé ha dado un vuelco importante. Se ha presentado un estudio que establece por primera vez la relación entre el hábito paterno de fumar y las consecuencias nocivas de esta costumbre en la concepción de futuros hijos. Es decir, involucra el pasado fumador del padre con la salud del pequeño, antes incluso del embarazo. Asimismo, indica que las probabilidades del futuro niño de padecer asma aumentan en función de los años de consumo del padre, especialmente cuando éste había empezado a fumar en la adolescencia. Curiosamente, en el caso de la madre, y al contrario de lo que ocurre durante la gestación, no se encontraron evidencias de este hecho.
Actualmente, existe cierta predisposición a indagar sobre la preconcepción, no sólo respecto al tabaco y las diferentes patologías asociadas, sino también a otros tipos de contaminación aérea. Esta investigación, por lo tanto, responde a la inquietud compartida de varios grupos científicos de conocer con más detalle la transcendencia temporal de un hábito socialmente cada día menos aceptado.