¿Qué es el Dolor Pélvico Crónico?

Hace escasos días se recordaba el 4 de mayo como el día del Dolor Pélvico Crónico. 

Desde la Escuela de Suelo Pélvico de Fisiofocus queremos realizar una mención especial a esta disfunción que afecta mucho en la calidad de vida de aquellos que lo padecen. 

 El Dolor Pélvico Crónico es aquel que el paciente refiere en la región abdomino-pelviperineal con una duración de seis meses o más. Las causas de este pueden ser multifactoriales y los pacientes suelen describirlo como una sensación intensa, constante, sorda, punzante o con sensación de presión/pesadez muy dentro de la pelvis. 

La experiencia dolorosa puede aparecer durante las relaciones sexuales, en el momento de la defecación o micción y/o tras mucho tiempo cuando se mantiene una misma posición. 

Otros de los síntomas asociados que pueden comentar los pacientes son: sensación o aumento de la frecuencia de micción, hinchazón abdominal, malestar estomacal y estreñimiento o diarrea. 

Algunas de las patologías que pueden cursar con dolor pélvico crónico son:  

 Endometriosis: Efermedad en la que un tejido similar al revestimiento del útero crece fuera de este. Además, es una de las causas más frecuentes de dolor o infertilidad.   Problemas musculares y óseos. Los problemas de salud que afectan a los huesos, las articulaciones y los tejidos conectivos pueden derivar en dolor pélvico recurrente. Estos problemas incluyen fibromialgia, tensión en los músculos del suelo pélvico, hinchazón de la articulación del pubis o hernia.   Enfermedad inflamatoria pélvica crónica. Esto puede ocurrir si una infección prolongada, a menudo transmitida por vía sexual, causa la formación de cicatrices que afectan los órganos pélvicos.   Restos ováricos. Después de una intervención quirúrgica para extirpar uno o ambos ovarios, puede quedar un pequeño trozo de ovario en el interior por error. Más adelante, este tejido sobrante puede formar quistes dolorosos.   Fibromas. Estos tumores en el interior, en la superficie o adheridos al útero no son neoplasias pero pueden causar presión o sensación de pesadez en la zona baja del estómago o la zona lumbar. En raras ocasiones, causan un dolor agudo.   Síndrome de colon irritable. Los síntomas relacionados con el síndrome de colon irritable, como la hinchazón, el estreñimiento o la diarrea, pueden ser una fuente de dolor y presión pélvicos.   Síndrome de vejiga dolorosa. También se denomina cistitis intersticial. Se relaciona con dolor en la vejiga que tiende a reaparecer. También está relacionada con la necesidad frecuente de orinar. Puedes sentir dolor pélvico cuando se te llena la vejiga. El dolor puede mejorar durante un tiempo después de vaciar la vejiga.   Síndrome de congestión pélvica. El agrandamiento de las venas de tipo varicoso alrededor del útero y los ovarios puede derivar en dolor pélvico.  

Por último, cabe destacar que la depresión, el estrés prolongado o los antecedentes de abusos sexuales o físicos pueden aumentar el riesgo de padecer dolor pélvico crónico.