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¡Ya llega el frío! Abriga también tus articulaciones

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Fecha: 10/11/2016

Aunque el invierno todavía queda lejos, parece que el frío acaba de instalarse un año más en nuestras vidas. Con él han caído las primeras nevadas, hemos tenido que sacar los abrigos del fondo del armario y han aparecido los comunes resfriados, gripes y demás contratiempos.

Además de esto, con la bajada de las temperaturas, nuestras articulaciones se resienten más de lo normal, algo que sobre todo notan las personas que padecen enfermedades articulares como la artrosis o la artritis reumatoide.

¿De verdad es el frío el responsable del dolor articular en esta época del año? La relación entre el frío, la humedad y el dolor articular ha sido demostrada por el Instituto Poal de Reumatología de Barcelona, aunque otros expertos sostienen que el origen de estas molestias tiene que ver con el descenso de presión atmosférica propio de estas fechas.

Sea como sea, está demostrado que el frío contrae nuestros músculos causando un aumento de tensión a nivel muscular y una mayor rigidez de las articulaciones. Todo ello provoca que la presión soportada por las articulaciones sea mucho mayor y aparezca dolor que, como decíamos, es más intenso en pacientes con enfermedades articulares o personas que hayan sufrido fracturas en la zona.

Asimimso, el frío provoca que algunas zonas, especialmente dedos, manos y pies, pierdan movilidad.

Sabemos pues que esta época es especialmente dura para nuestras articulaciones y conocemos también la causa del dolor pero ¿cómo prevenirlo o aliviarlo?

Para empezar debemos saber que estos dolores se deben a la dificultad que nuestro cuerpo tiene de entrar en calor, lo que supone que todo (también nuestras articulaciones) tarde mucho más en funcionar adecuadamente. 

Por tanto, para impedir los efectos del frío en nuestras articulaciones debemos:

  • Mantener la práctica de ejercicio, si ya lo hacemos habitualmente, o empezar a practicarlo. Es una buena forma de mantener nuestras articulaciones en movimiento, mejorando la circulación sanguínea en estas zonas y fortaleciendo los músculos.
  • Sobre esta premisa, habrá que aislar adecuadamente las articulaciones del frío al hacer ejercicio, sobre todo si lo hacemos fuera de casa. No serán necesarias prendas de compresión, bastará con calentadores adaptados a codos, rodillas, tobillos, etc. Los de neopreno calientan y aíslan mucho más, pero los sintéticos son más cómodos, aunque ambos nos ayudarán a mantener una temperatura corporal adecuada y estable durante el entrenamiento.

 

Por supuesto, todos estos consejos tendrán una mayor efectividad si visitamos periódicamente a nuestro fisioterapeuta ante cualquier molestia o dolor, que nos ayudará a descargar los músculos contracturados y mantener la movilidad de nuestras articulaciones.   

¿Vas a seguir temiendo al frío? ¡Este año podrás plantarle cara! 

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