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La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la diabetes como “una enfermedad crónica que aparece cuando el páncreas no produce insulina suficiente o cuando el organismo no utiliza eficazmente la insulina que produce”.
Debido al preocupante aumento de la población que padece esta enfermedad, la OMS junto con la Federación Internacional de Diabetes (FID) establecieron el 14 de noviembre como el Día Mundial de la Diabetes. Una fecha para reflexionar acerca de esta tendencia y emprender acciones para prevenirla.
Tipos diabetes
Principalmente existen dos tipos de diabetes, de tipo 1 y 2, aunque también pueden surgir otro tipo de diabetes relacionadas con determinadas enfermedades o estados de la salud, como la diabetes relacionada con la fibrosis quística, la diabetes secundaria a medicamentos o la diabetes gestacional.
La diabetes de tipo 1 se caracteriza porque el organismo es incapaz de producir insulina o produce muy poca, por lo tanto se tiene que administrar una dosis periódica de insulina. Se desconoce su origen y actualmente no se puede prevenir.
En cambio, la diabetes de tipo 2 se produce cuando el cuerpo no segrega suficiente insulina o éste se vuelve resistente a la insulina. En muchos casos, los síntomas de la diabetes de tipo 2 están asociados al sobrepeso, por lo que se podría llegar a prevenir mediante la práctica hábitos saludables.
Fisioterapia y diabetes
La fisioterapia puede tener un papel muy importante en la prevención y el tratamiento de la diabetes. La actividad física moderada es una de las mejores formas para evitar o retrasar la aparición de esta dolencia sobre todo en los casos de tipo 2, en este caso, los fisioterapeutas pueden acompañar al paciente con un programa de ejercicios terapéuticos personalizado.
Por otra parte, las personas que sufren diabetes se encuentran otras complicaciones a largo de su vida a causa de esta enfermedad, como por ejemplo el síndrome del túnel carpiano, la osteoartritis, neuropatías, el pie diabético y dolor de espalda o de articulaciones. Estas patologías pueden ser paliadas y tratadas con técnicas fisioterapéuticas que mejoran notablemente la vida del paciente.
Antes que acudir a un especialista es importante recordar que la adquisición de hábitos saludables, como realizar ejercicio físico a diario, mantener una dieta equilibrada y evitar el consumo de azúcares, ultraprocesados y tabaco, son la mejor prevención para cuidar nuestra salud.
