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Durante el embarazo, y más concretamente en el tercer trimestre de la gestación, es muy común sufrir dolores de espalda, en especial en la zona lumbar. Este dolor afecta a casi el 50% de las mujeres embarazadas convirtiéndose en uno de los enemigos de muchas embarazadas al aparecer en su día a día.
Este dolor es debido a 2 factores: la hipermovilidad articular a causa de la hormona relaxina, necesaria para el feto y para facilitar el parto, y la postura que se adopta después del crecimiento del útero y la distensión o separación de los músculos de la zona abdominal. Si a estos dos factores le sumamos un aumento de peso en el vientre provocará, en la mayoría de los casos, un aumento de la curvatura de la zona lumbar, así como una debilitación del suelo pélvico. Ambos hechos provocarán que el centro de gravedad varíe e implicará aumentar la curvatura de las lumbares.
Es muy importante que los dolores lumbares no se cronifiquen ni se alarguen tras el parto, ya que aumentan las probabilidades de sufrir incontinencia urinaria.
Para prevenir y aliviar los dolores de espalda se pueden realizar algunas actividades como son: ejercicios de control postural, natación y pilates para embarazadas, así como acudir a un fisioterapeuta especializado en fisioterapia uroginecológica y obstetricia para qué valore cada caso concreto y dé el mejor diagnóstico.
5 recomendaciones durante el embarazo
Un fisioterapeuta especializado en uroginecología podrá ayudarte y personalizar el tratamiento a seguir en tu día a día para conseguir aliviar y, en el mejor de los casos, hacer desaparecer, el dolor lumbar durante el embarazo.