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Los primeros años de vida son fundamentales para el desarrollo motor de los niños. Durante la infancia se trabajaba para adquirir el dominio completo de las áreas motrices gruesas (movimientos de los músculos grandes, como por ejemplo caminar, gatear o correr) y las motrices finas (movimientos de los músculos pequeños, como pintar, repasar con lápiz, recortar, etc).
Es en esta etapa donde se pueden detectar los problemas de tipo motriz. Gracias al diagnóstico temprano y el conjunto de técnicas terapéuticas se puede estimular la integración y un mejor desarrollo del infante.
¿Cómo interviene la fisioterapia en el desarrollo motor en los niños?
Es aquí donde entra en juego la fisioterapia pediátrica. Esta rama comprende un amplio abanico de técnicas que contribuyen a su desarrollo psicomotriz y se ajustan a la necesidades del menor.
En ocasiones, el tratamiento fisioterapéutico comienza desde los primeros meses de vida. Los ejercicios buscan poner prueba sus destrezas motoras para mejorar la movilidad, la percepción y los reflejos. El tipo de tratamiento dependerá también en gran medida del grado de colaboración del paciente.
El profesional debe esforzarse por trabajar en un entorno natural y gamificado que sea favorable a la recuperación del niño. Un gran reto de la fisioterapia pediátrica es buscar juegos y materiales que permitan estimular al pequeño sin alterar su zona de confort.
¿Cuándo actúa la fisioterapia pediátrica en estos casos?
La fisioterapia pediátrica es tan importante tratar como prevenir, para en un futuro evitar patologías más complicadas. Algunos de los casos donde la fisioterapia contribuye en el desarrollo motor infantil son: