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Las disfunciones anorrectales afectan al 15-20% de la población y la mayor parte de estos casos son como consecuencia de alteraciones en el suelo pélvico. El difícil diagnóstico y tratamiento de este tipo de disfunciones lo convierten en un verdadero reto clínico donde la fisioterapia colopractológica tiene un papel de relevancia.
Anatomía y fisiología anorrectal
El recto y el canal anal forman parte del final del aparato digestivo, son el lugar donde se almacenan las heces y posteriormente son evacuadas al exterior. Esta parte de la musculatura de nuestro cuerpo actúa como mecanismo de cierre controlado, que es quien ejerce la continencia y la evacuación de los restos fecales.
La alteración en alguno de estos mecanismos puede provocar disfunciones en los pacientes, como por ejemplo, incontinencia de gases y/o heces, fisura anal, estreñimiento crónico o algias perineales sin causa.
Las principales disfunciones anorrectales
¿Cómo contribuye la fisioterapia?
La rama fisioterapéutica coloproctológica contribuye de manera activa en la valoración y la rehabilitación de pacientes con disfunciones anorrectales. Cada vez más los fisioterapeutas colaboran con expertos en gastroenterología para encontrar el mejor procedimiento en función de la patología.
Está demostrado que la fisioterapia es muy eficaz en el tratamiento de este tipo de disfunciones digestivas, como por ejemplo, el biofeedback, la electroestimulación, o el balón rectal. Además crece la demanda de otro tipo de tratamiento de otras ramas como la reeducación visceral o del suelo pélvico.