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El estrés, el frenético ritmo de vida, una incorrecta alimentación, malas posturas o un traumatismo pueden alterar las estructuras y tejidos de nuestro cuerpo sin darnos cuenta. Estas alteraciones pueden afectar a las vísceras y provocar dolores el reto de estructuras corporales.
¿Qué son las vísceras?
Las vísceras (estómago, hígado, intestinos….) forman parte de la estructura corporal y sus cambios también pueden ser tratados mediante terapia manual. Estas estructuras están unidas a través de las fascias y ligamientos, existiendo una relación íntima entre las estructuras musculoesqueléticas y las viscerales.
Por ejemplo, en ocasiones un paciente puede presentar una dolencia en su zona lumbar, que puede venir por problemas en el colon o dolor en la zona costal derecha producida una alteración en el hígado. Esto ocurre por la relación nerviosa entre las vísceras con otras estructuras corporales.
¿Por qué surge la terapia manual visceral?
La terapia manual visceral es la técnica fisioterapéutica que aplica una fuerza suave en las vísceras con el fin estimular la movilidad y el tono de los órganos. Esta técnica bien aplicada ayuda a corregir los movimientos anormales de las vísceras, aliviando las molestias del paciente.
Principales indicaciones de la terapia manual visceral
La aplicación de la terapia manual visceral siempre debe ser aplicada por profesionales de la fisioterapia, solo así, se asegura el paciente de que la aplicación sea segura y exacta. Para dominar este tipo de terapia, el especialista debe conocer los conceptos del sistema visceral, necesarios para la valoración y tratamiento más global y holístico.